"Israel es un viñedo frondoso, dando fruto para sí mismo; según la abundancia de su fruto, así multiplicaba los altares; cuanto más rica era su tierra, más hermosos hacían sus pilares sagrados. Su corazón es infiel; ahora serán hallados culpables; el Señor derribará sus altares y destruirá sus pilares sagrados."
Las excusas es el medio utilizado para no hacer lo que debemos y poder acallar nuestra propia conciencia, de esta manera intentamos autoconvencernos que no esta tan mal lo que hacemos o dejamos de hacer. En cierta ocasión plantee una pregunta en la iglesia a la que asisto. Cuando es más fácil seguir a Dios, ¿cuándo las cosas van mal o van bien? Hubo todo tipo de respuestas, en ambas direcciones y la conclusión fue sencilla, nunca es fácil seguir a Dios, cuando las cosas van mal nos enfadamos con Dios por nuestras circunstancias y cuando van bien vivimos nuestra vida sin necesidad de ningún Dios.
La realidad es que la lucha entre el espíritu y la carne es tan grande que estemos en la situacón que estemos seguir a Dios se vuelve una dura tarea. El pueblo infiel estaba contento, todo parecía ir bien. "Israel es un viñedo frondoso, dando fruto para sí mismo; según la abundancia de su fruto, así multiplicaba los altares; cuanto más rica era su tierra, más hermosos hacían sus pilares sagrados. Su corazón es infiel; ahora serán hallados culpables; el Señor derribará sus altares y destruirá sus pilares sagrados."
Israel era un pueblo que sabía mucho de excusas y tanto si la situación del pueblo era buena, como en estos momentos o mala como lo sería en el futuro, su corazón siempre solía inclinarse hacia el lugar incorrecto, hacia donde no debían. Israel había seguido su propio camino y luchado según sus fuerzasc, habían ignorado a apor uel que les sacó de Egipto y por medio de prodigios les entró en la tierra prometida.
Israel conocía todas las excusas que podía plantear, eran necios y el juicio de Dios estaba cercano debido a su cabezonería. ¿Qué es lo que te impide seguir a Cristo? Vayan bien o mal las cosas, Cristo ofrece una solución, "tomad mi yugo sobre vosotros y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y hallaréis descanso para vuestras almas. Porque mi yugo es fácil y mi carga ligera." Seguir a Cristo por nuestras fuerzas es imposible, pero cuando nos ponemos su yugo, entonces la situación cambia, Él es el que nos guía y nos acompaña. Cógete de la mano de Cristo, deja que Él te guie y confía en Él, no importa como vayan las cosas, Él te guardará hasta su retorno.
Angel Pereira
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