Oseas 6 - Volvamos al Señor

"Venid, volvamos al Señor. Pues El nos ha desgarrado, y nos sanará; nos ha herido, y nos vendará. Nos dará vida después de dos días, al tercer día nos levantará y viviremos delante de El. Conozcamos, pues, esforcémonos por conocer al Señor. Su salida es tan cierta como la aurora, y El vendrá a nosotros como la lluvia, como la lluvia de primavera que riega la tierra."

Uno de los mayores problemas de nuestra sociedad para vivir en armonía es el orgullo. El orgullo es una gran barrera interior que impide que pidamos perdón, que impide que nos humillemos o reconozcamos que no tenemos razón. Tristemente el orgullo está en nuestro interior en mayor o menor medida, todos tenemos un punto orgulloso, donde no permitimos que nos hieran y nos humillen.

Oseas llamaba al pueblo a no ser orgulloso y humillarse, "Venid, volvamos al Señor. Pues El nos ha desgarrado, y nos sanará; nos ha herido, y nos vendará. Nos dará vida después de dos días, al tercer día nos levantará y viviremos delante de El. Conozcamos, pues, esforcémonos por conocer al Señor. Su salida es tan cierta como la aurora, y El vendrá a nosotros como la lluvia, como la lluvia de primavera que riega la tierra."

En un tiempo en el que el pueblo estaba muriendo por su pecado, que estaban sintiendo la disciplina de Dios de la soledad por sus acciones, Oseas hace lo mejor que puede hacer, recordarles los beneficios de Dios, enviar al pueblo el mensaje de que el Dios que tienen no cerrará sus puertas sino que les dará vida, los resucitará.

Exactamente igual que a nosotros, "nos dará vida después de dos días, al tercer día nos levatará y viviremos delante de Él", esta clara alusión a la resurrección de Cristo nos recuerda que estamos relacionados con la muerte y resurrección de Cristo por medio del bautismo, que estabamos miertos y hemos sido resucitados, que ahora podemos vivir una vida plena. ¿Estás lejos de Dios? Vuelve a Él, deja tu orgullo y arrepientete, Cristo ya ha hecho el trabajo y pagado la deuda, solo te queda volver a donde estabas.

Angel Pereira

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