Oseas 7 - Recogiendo lo que se siega

"Cuando yo quería curar a Israel, se descubrió la iniquidad de Efraín y las maldades de Samaria, porque practican el engaño; el ladrón entra, los bandidos despojan por fuera, y ellos no consideran en su corazón que yo recuerdo toda su maldad. Ahora les rodean sus hechos, ante mi rostro están. Con su maldad alegran al rey, y con sus mentiras a los príncipes."

El refranero español me encanta, es increíble como solo una frase puede tener tanta sabiduría escondida, realmente me apasiona y siempre que puedo en cualquier conversación, si surge la oportunidad no la desaprovecho y los utilizo. Uno de los que siempre me han llamado más la atención es el que dice a cada cerdo le llega su san benito. Básicamente el refrán expresa que aquel que hace las cosas de manera incorrecta acabará llegando cosas malas.

El deseo de justicia esta en nuestro interior y nos lleva a la conclusión que quienes hacen cosas malas les deben pasar cosas malas y quienes las hacen buenas les deben pasar buenas. No siempre es así, pero en ocasiones si, y sobretodo a nivel espiritual, el perdón de Dios no está reñido ocn las consecuencias del pecado, "cuando yo quería curar a Israel, se descubrió la iniquidad de Efraín y las maldades de Samaria, porque practican el engaño; el ladrón entra, los bandidos despojan por fuera, y ellos no consideran en su corazón que yo recuerdo toda su maldad. Ahora les rodean sus hechos, ante mi rostro están. Con su maldad alegran al rey, y con sus mentiras a los príncipes."

El pueblo seguía en sus trece, seguía por sus caminos, prostituyendose y andando en pecado, adulterando y adorando a dioses paganos, ofendiendo a Dios, a aquel que los había escogido y amado, los había sacado de la esclavitud y llevado a la tierra que les había sido prometida, pero aún así el pueblo había escogido seguir a otros dioses y ahora estaban experimentando las consecuencias del pecado.

De ninguna manera Dios podía ser culpado de nada,Él había velado por la salud del pueblo pero ellos prefirieron pecar y no arrepentirse. Cuantas veces hoy en día podemos escuchar a algunos que afirman que Dios parece haberse olvidado de ellos, que están atravesando problemas por sus malas decisiones y culpan a Dios. El pecado siempre trae consecuencias, Dios no negará el perón al que venga arrepentido, pero sin duda como buen padre no eliminará las consecuencias de nuestras acciones. No te quejes a Dios, ruega que te perdone, arrepientete y sigue hacia adelante.

Angel Pereira

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