Salmo 137 - La vida fuera de casa

"Junto a los ríos de Babilonia, nos sentábamos y llorábamos, al acordarnos de Sion. Sobre los sauces en medio de ella colgamos nuestras arpas. Pues allí los que nos habían llevado cautivos nos pedían canciones, y los que nos atormentaban nos pedían alegría, diciendo: Cantadnos alguno de los cánticos de Sion."

Dice el refrán que no se sabe lo que vale algo hasta que se pierde, esta sin duda es una gran realidad que todos en mayor o menor medida hemos experimentado. Más aún, esto es una realidad para aquellos que han abandonado sus hogares y se han marchado extranjeros a otras tierras. España es un destino de muchos que dejando su países sobretodo en Sudamérica y el norte de África llegan con la esperanza de encontrar un mejor estilo y forma de vida.

El extranjero no tiene un futuro sencillo, lejos de familia y amigos, pero si en la libertad es difícil vivir, cuánto más no lo será en la esclavitud, el salmista nos muestra su sentir al respecto, "Junto a los ríos de Babilonia, nos sentábamos y llorábamos, al acordarnos de Sion. Sobre los sauces en medio de ella colgamos nuestras arpas. Pues allí los que nos habían llevado cautivos nos pedían canciones, y los que nos atormentaban nos pedían alegría, diciendo: Cantadnos alguno de los cánticos de Sion."

Durante años, el mensaje de Dios a su pueblo fue claro, si me obedecéis os bendeciré, si guardáis mis mandamientos todo irá bien, si no vais tras otros dioses yo permaneceré fiel, pero ellos tomaron sus propios caminos, siguieron a otros dioses y se mezclaron con pueblos extranjeros y recibieron la disciplina divina y acabaron cautivos en tierra extranjera a merced de los babilonios.

La realidad hoy en día es que muchos que vivieron en la libertad de Cristo ganada en la cruz han vuelto a la esclavitud del mundo, muchos que gustaron de las bondades de Dios han vuelto a vivir de la antigua manera, apartándose de la verdad, aunque asistan a la iglesia y hagan una vida religiosa. Pero Cristo sigue siendo el Libertador, el poder de su muerte sigue siendo real en nuestros tiempos y no es tarde para ser liberado, el perdido será encontrado y como oveja vuelta al redil. Al igual que Israel salió del cautiverio tras los setenta años, aquel que es hijo de Dios también volverá a la casa del Padre.

Angel Pereira

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