"Yo sé que el Señor sostendrá la causa del afligido, y el derecho de los pobres. Ciertamente los justos darán gracias a tu nombre, y los rectos morarán en tu presencia."
El mundo en el que vivimos los débiles son dejados atrás, el escritor Oscar Wilde escribió, "la verdad es que los éxitos se los llevan los fuertes y los fracasos los débiles, eso es todo." Estas palabras no son más que un reflejo de la sociedad en la que vivimos, lo débiles son dejados a un lado, nadie quiere rodearse de fracasados, sino de aquellos que tienen éxito.
Lamentablemente esto ocurre incluso en nuestras iglesias, donde aquellos que son más débiles o diferentes suelen ser dejados e ignorados, como alguien los denominó, son llamados los invisibles, están pero nadie se percata de ellos, su perfil bajo les hace pasar desapercibido, pero hay alguien que si les ve, "yo sé que el Señor sostendrá la causa del afligido, y el derecho de los pobres. Ciertamente los justos darán gracias a tu nombre, y los rectos morarán en tu presencia."
A Dios le preocupan los débiles, Dios mira la causa de los afligidos, a Él no se le pasa por alto, sino todo lo contrario, muestra misericordia. Aquellos que son despreciados por los hombres son los más valiosos para Dios, porque parafraseando al apóstol Pablo, a los más tontos y torpes escogió Dios para avergonzar a los listos, fuertes y exitosos.
¿Eres débil en este mundo? ¿Sientes que eres un fracasado? Probablemente tengas razón según la vara de medir de este mundo, pero en el cielo tu inportancia va asociada a la importancia de aquel que murió en la cruz para salvarte. Pablo expresa en Colosenses una advertencia a no ser llevados como botín por este mundo, porque en Cristo nuestro valor es incalculable, no por nosotros sino por Él. Vales mucho aunque este mundo te diga lo contrario, tienes el valor de la muerte de Cristo y Dios no abandonará a los débiles, sino que los sostendrá en sus manos.
Angel Pereira
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