"¡Aleluya! Cantad al Señor un cántico nuevo: su alabanza en la congregación de los santos."
La iglesia es el centro de reunión de todos aquellos que son hijos de Dios, de todos los que forman el cuerpo de la novia de Cristo. Aunque la iglesia tiene muchas funciones, el fin principal es prepararse para el día de la boda, mantenerse pura y limpia, trabajar en la santidad por medio de la palabra y agasajar al que será el futuro marido, a Cristo.
Parte de esto es la alabanza, en la iglesia debe rebosar alabanza a Dios, alabanza a Cristo y a su amor derramado en la cruz. La iglesia, como si fuese uno debe alabar a Dios y cantar un cántico nievo que surja de lo profundo de sus corazones, "¡Aleluya! Cantad al Señor un cántico nuevo: su alabanza en la congregación de los santos."
Así mismo lo expresa el salmista y anima al pueblo de Israel, el escogido por Dios a alabarle y glorificarle, porque Dios era su libertador, Dios les librará de la esclavitud y les llevará a la vivtoria, Él es fiel con su pueblo y ciertamente elevarán un cántico nuevo a la roca de su salvación, a aquel que ha hecho posible y les ha dado libertad.
¡Cuánto se parece la iglesia a Israel! Partimos del punto en que como ellos, hemos sido escogidos por Dios por au misericordia y soberanía, pero no solo eso, sino que hemos sido hechos libres del pecado por medio del sacrificio de Cristo y esto nos ofrece una promesa, cuando acabemos el peregrinaje por esta vida, llegaremos a la tierra prometida, donde pasaremos una eternidad con nuestro amado Jesús, pero hasta que eso llegue, iglesia, alaba al Señor.
Angel Pereira
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