Juan 1:5-8 - El testimonio de la luz

"Vino al mundo un hombre enviado por Dios, cuyo nombre era Juan. Este vino como testigo, para testificar de la luz, a fin de que todos creyeran por medio de él. No era él la luz, sino que vino para dar testimonio de la luz."

Toda la Biblia habla acerca de Cristo, desde el Génesis hasta el Apocalipsis se da testimonio acerca del Mesías. No solo el Nuevo Testamento trata de Jesús, todo el Antiguo testimonio del Mesías que vendría a librar al mundo de pecado. A Dios le pareció bien enviar también a un hombre que precediera a Cristo, que preparase el camino del Señor.

Este hombre no era cualquiera, era "familiar" en la carne del mismo Jesús, conocido como Juan el bautista, "vino al mundo un hombre enviado por Dios, cuyo nombre era Juan. Este vino como testigo, para testificar de la luz, a fin de que todos creyeran por medio de él. No era él la luz, sino que vino para dar testimonio de la luz."
Juan tenía una misión y la llevó a cabo de una manera maravillosa, presentando a la luz, dando testimonio de Cristo, de los hechos que haría, del bautismo de fuego en el espíritu y del perdón de pecados,. Todo esto con un fervor fuera de lo común, con una llamada al arrepentimiento y dando la preminencia al que llegaría.

Cristo es la luz y bajó a la oscuridad, Juan no era más que un anunciante de la luz, fue testimonio y preparó el camino para que los judíos recibiesen a su Mesías aunque fuese rechazado. Que importante es que nosotros también demos testimonio de la liz que nos iluminó nuestros corazones. Prediquemos el evangelio, hablemos acerca de Cristo, la luz que vino al mundo, porque volverá y todo ojo le verá.

Angel Pereira

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