Juan 2:23-25 - No hay nada oculto

"Cuando estaba en Jerusalén durante la fiesta de la Pascua, muchos creyeron en su nombre al ver las señales que hacía. Pero Jesús, por su parte, no se confiaba a ellos, porque conocía a todos, y no tenía necesidad de que nadie le diera testimonio del hombre, pues El sabía lo que había en el hombre."

Las redes sociales han traído con ellas núevos modelos y personas a las que seguir. Facebook, instagram, youtube, etc. ofrecen hoy en día personas que enseñan lo maravillosa que es su vida y todo lo que hacen. Miles de personas siguen a este nuevo tipo de personaje público. Los intereses están cambiando y con ellos las relaciones y los modelos a quienes seguir. Tiempo atrás una chica con millones de seguidores en todo el mundo reconoció que todo aquello que presentaba al mundo por sus redes sociales no era más que una fachada.

Hoy más que nunca las máscaras están a l orden del día, estar tras una pantalla y poder hablar, expresarse o incluso faltar al respeto tras la máscara llamada red social permite a muchos aparentar lo que realmente no son para ganarse una reputación. Duranre la Pascua, muchos se pusieron la máscara de seguidores de Jesús, empezaba a ser famoso y porque no seguir a alguien popular. "Cuando estaba en Jerusalén durante la fiesta de la Pascua, muchos creyeron en su nombre al ver las señales que hacía. Pero Jesús, por su parte, no se confiaba a ellos, porque conocía a todos, y no tenía necesidad de que nadie le diera testimonio del hombre, pues El sabía lo que había en el hombre."

Quienes estaban siguiendo a Jesús y confiaban en sus enseñanzas, empezaron a seguirle, aparentemente se estaba poniendo de moda, empezaba a ser un referente en muchos aspectos, un rebelde religioso, alguien con una enseñanza nueva y revolucionaria. Pero las modas no cambian el corazón, aparentemente puede ser así, hay atractivo en lo diferente, pero no siempee cambio. De esta manera Jesús aún viendo todos aquellos que le seguían, sabía que no eran suyos, conocía sus corazones.

Cuantos han pasado por iglesias durante los años y han desaparecido de ellas, creer, no por asistir a una iglesia se es hijo de Dios, muchos llevan máscaras las cuales se acaban cayendo, otros incluso son lobos vestidos de ovejas que lo único que buscan es destruir. Nosotros no podemos saber quien hay tras cada máscara, pero podemos estar tranquilos, Crsito si lo sabe, Él conoce los corazones de cada uno de nosotros, nada hay oculto. Por tanto, quitemos nuestras máscaras, busquemos a Dios mientras puede ser hayado y amemosle, amemosle de todo corazón y llegará el día cundo vuelva que estaremos con Él en gloria.

Angel Pereira
 

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