Juan 3:1-15 - Nacer de nuevo

"Nicodemo le preguntó: ¿Cómo puede un hombre nacer siendo viejo? ¿Puede acaso entrar por segunda vez en el vientre de su madre y nacer? Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo que el que no nace de agua y del Espíritu no puede entrar en el reino de Dios. No te maravilles de que te dije: Os es necesario nacer de nuevo. El viento sopla de donde quiere, y oyes su sonido, pero no sabes de dónde viene ni a dónde va. Así es todo aquel que nace del Espíritu."

Hay personas que no llevan muy buena vida, en plan de que están metidos en cosas que no están bien a los ojos del Señor. En sus vidas, puede que tengan a alguien que les apoye o algún tipo de psicólogo que este siempre encima suyo, ayudando a que vea lo que está bien. Hay veces que esas personas no tienen solución o es imposible que cambien a no ser que nuestro Señor haga el milagro de cambiarlo. Nicodemo necesitaba algo sobrenatural de parte de Dios para que él que cambiará o "naciera de nuevo".

Nicodemo era diferente a todas las personas de la multitud, era natural.
Nicodemo, cuando Jesús le hablo de "nacer de nuevo", solo pudo pensar en un nacimiento físico, pero no creía que fuese eso y pregunta a Jesús: "Nicodemo le preguntó: ¿Cómo puede un hombre nacer siendo viejo? ¿Puede acaso entrar por segunda vez en el vientre de su madre y nacer?". Jesús no estaba hablando de un nacimiento físico sino a un nacimiento espiritual. Nicodemo no tenía gran capacidad espiritual.

Nicodemo fue a Jesús por la noche y después de un diálogo, Dios le dice: “El que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios”. Nicodemo no entendía muy bien lo que decía Jesús, aunque tenía conocimiento de la ley, estaba confuso. Sabía que era nacer en términos de nacer del vientre, pero no entendía un segundo nacimiento. Jesús explica que el hombre nacido de carne es imposible que vaya al Reino de Dios.

No debemos confundirnos, tomar la decisión de seguir a Jesús, repetir una oración o bautizarnos no es sinónimo de nacer de nuevo, es la fe en Jesús y arrepentirnos de nuestos pecados lo que transforma nuestro interior. Debemos de tomar a Jesús como nuestro ejemplo, seguir sus acciones y sobretodo seguirle a él por quien es. Es solamente obra de Dios hacernos "nacer de nuevo".

Adam Martínez

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